En la consulta tenemos muchos peques que llegan con sospechas de TDAH, con diagnóstico de TDAH y sin medicación, con diagnóstico TDAH medicados.
Mi perspectiva siempre suele ser encontrar las causas de esa desatención o ese movimiento continuo.
Y lo cierto es que las hay.
Muchas, de hecho.
La desatención de los niños y la falta de foco cada vez es mayor. ¿Las causas? Múltiples.
Por ejemplo...antes de la era digital los niños se entretenían con juegos en 4D. Es decir, con objetos reales en el espacio y el tiempo. No eran imágenes que pueden pasar a la velocidad del rayo por delante de sus ojos.
Esto lógicamente no quiere decir que no haya que introducirles en el mundo digital, sino que no hay prisa. No con 3 y 4 años. Y después, mejor con horarios. Sobre esto haré un post más adelante.
En todos los hogares se debería priorizar con los niños pequeños el juego con objetos como muñecos, cuentos, cartas, puzzles, o una simple caja de cartón, a la que se convierte en casita de muñecas, contenedor de sorpresas...el tiempo no cuenta, no hay prisa por pasar la pantalla y ver qué sigue....están tocando y creando en su cabeza miles de conexiones en base a divertirse, entretenerse, manipulando y creando, imaginando.
Otras causas de la desatención...problemas familiares.
Todos sabemos que 8 de cada 10 matrimonios acaban en divorcio.
Muchos, con niños.
Por supuesto habrá padres que me lean y tengan niños que juegan, no usan mucho los dispositivos, hacen deporte, y forman parte de una familia unida y sin conflictos...pero no atienden en clase.
En ese caso, hay que encontrar las razones. Muchas pueden tener relación con los primeros años de vida, el proceso madurativo de ese niño o niña, el embarazo, el parto, las primeras horas, los primeros meses, los primeros pasos, las primeras palabras, el espacio para moverse, las salidas al parque, la llegada de hermanos, y también el desarrollo neuro-motor, el procesamiento neuro-visual y el procesamiento neuro-auditivo.
Si después de realizar una exhaustiva valoración, no encontramos nada. Entonces neurólogo y psiquiatra, sigamos buscando...
Pero siempre, y digo en el 99,9 de los casos, encontramos razones por las que ese niño o niña está desatento y/o no para de moverse.
Y nos ponemos a trabajar para que mejore sus habilidades neuromotrices y de aprendizaje.
Vamos al motivo de su desatención y/o exceso de movimiento, impulsividad.
Este es nuestro enfoque.
Y por eso tenemos buenos resultados, sin tener que medicarles.
Porque pensamos, que no son enfermos.
Solo son niños, y sus circunstancias.
Buen verano para todos.
Susana Mezquida
www.pedagogiamadrid.com
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